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HISTORIA DEL GRUPO 4 AMERICA

SUS INICIOS

 

Para hablar de la historia del Grupo IV y de sus inicios tenemos que comenzar hablando del profesor Santiago Herrera Castillo, don chanito.

 

En el año de 1915, cuando el Prof. Alex Aguilar organizó la primera patrulla de Boy Scouts, formada por alumnos de la escuela normal ahí se encontraba chanito Herrera, quien estaba estudiando para profesor.

En 1917, el gobierno de Venustiano Carranza, al crear la Dirección General de la Militarización, absorbió al Cuerpo de Boy Scouts de Yucatán, convirtiéndolo en el “Noveno Batallón de Exploradores Mexicanos de la Militarización de la Juventud”.

 

Para hacerse cargo de la nueva organización fue enviado a Mérida el mayor don José C. Castro Villagrán. De esta manera, los scouts se transformaron en una institución de carácter definitivamente político y militar.

 

Muchos padres de familia reaccionaron retirando a sus hijos del movimiento, ante el temor de una movilización, lo cual provocó en el batallón considerable merma entre sus miembros, que lo puso en peligro de desaparecer. No obstante, sus actividades continuaron por algún tiempo, hasta quedar reducido a pequeños grupos que trabajaron aisladamente hasta su total extinción.

 

Chanito Herrera, viaja a Estados Unidos a terminar de estudiar y ahí es donde vuelve a tener contacto con los scouts observándolos en su desempeño y organización.

 

No se tienen datos de que se haya incorporado a algún gupo o haya participado activamente en el movimiento scout en el extranjero.

El movimiento escultista yucateco volvió a resurgir cuando de él no quedaba sino el recuerdo, gracia a la tesonera labor del, PROF. SANTIAGO HERRERA CASTILLO antiguo explorador de Yucatán, que había observado la organización de los “Boy Scouts de América” durante su permanencia en el vecino del país del norte.

 

A su regreso, de 1926 a 1930 desempeñó el cargo de inspector técnico escolar en el Municipio de Mérida y no cesó en su empeño de concretar las ideas que desde tiempo atrás bullían en su mente; la formación de un cuerpo independiente de muchachos exploradores, algo así como los que funcionaban en los Estados Unidos.

 

En enero de 1930, al fundar la Escuela Nueva Ariel, don Santiago pudo realizar sus proyectos, logrando entusiasmar al mayor José C. Castro Villagrán, antiguo comandante e instructor de los desaparecidos “Exploradores de Yucatán”, y al profesor Max Molina Fuente.

Muy pronto quedó integrado un primer grupo de muchachos, que fue sometido a intenso entrenamiento en sucesivas excursiones de fin de semana. Por fin, el martes 5 de mayo de 1931 el selecto grupo que constituía el nuevo “Cuerpo de Exploradores de Yucatán” rindió solemne promesa antes las autoridades civiles y militares, en pública ceremonia realizada en el “Parque Centenario” de la ciudad de Mérida, comenzando con su programa que dio comienzo a las 7 :45 AM con el “Himno del Explorador”, entonado por todo el cuerpo de muchachos, que vestía, -según ilustra la foto del periódico- uniforme compuesto de pañoleta al cuello, pantalones de montar con polainas y, en lugar del tradicional sombrero scout, casco rígido de explorador, al estilo de las fuerzas expedicionarias coloniales.

 

El resto del festival incluyó diversas demostraciones escultistas, señales con banderas, salvamento de un ahogado, etc., y un simpático número teatral en que un niño (Rafael Santana), representó el papel de un scout extranjero, dirigiendo a sus colegas mexicanos una arenga elogiosa de la vida al aire libre, al estilo de Baden Powell.

Muy pronto los muchachos de la Ariel se hicieron notar. Era común hallarlos reunidos en parques y explanadas durante sus prácticas y ejercicios. Por lo general participaban en ceremonias públicas, especialmente en la Fiestas Patrias, cuando se les veía desfilar al son marcial de sus cornetas y tambores, llevando a cuestas su equipo de campaña.

 

En 1932, el Gobierno Estatal concedió personalidad jurídica los Exploradores de Yucatán, de acuerdo con el siguiente decreto:

 

“...el H. XXXII Congreso del Estado Libre y Soberano de Yucatán a nombre del pueblo decreta : Artículo Único.- Se concede personalidad jurídica al Cuerpo de Exploradores de Yucatán, domiciliado en esta ciudad, para que pueda ejercer todos sus actos y derechos relativos a su instituto, de conformidad con el artículo 33 del código vigente.”

 

Dado en el Palacio del Poder Legislativo en Mérida, a los 13 días del mes de julio de 1932.- B. Enríquez D .P. y S. Ortiz D.S.A y S.D.S.

 

Por tanto, mando que se imprima, publique y circule para su conocimiento y su debido cumplimiento.

 

Dado en el Palacio del Poder Ejecutivo del Estado, Mérida Yucatán a los quince días del mes de julio de 1932.

 

Una vez instituido el núcleo básico de la Escuela Nueva Ariel, que llegó a albergar una importante sección femenil de Muchachas Exploradoras, su movimiento fue llevado a otros suburbios de la ciudad de Mérida, formándose nuevos grupos en la Col. Vicente Solís, en la calle 42 sur y en la escuela “Carlos Castro”. Posteriormente fue extendido a las poblaciones del interior del estado - Progreso, Valladolid, Izamal y Motul -, donde antes habían existido grupos de exploradores en tiempos de Alvarado.

 

Aunque circunscrito a la Escuela e Internado Nueva Ariel, el “Cuerpo de Exploradores de Yucatán” llenó toda una época que corresponde a la segunda oleada escultista peninsular, que abarcó unos once años, esto es, de 1931 a 1942.

 

Fue un grupo entusiasta y luchador, con actividades y reglamentos casi idénticos a los del Movimiento Scout Internacional, de cuyos manuales se valió en gran parte para integrar su programa.

 

En sus últimos años, poco antes de incorporarse a la recién fundada “Asociación de Scouts de México”, única que gozaba, como hasta hoy, de reconocimiento internacional, logró atemperar cierta imagen militarista que lo había caracterizado en sus comienzos, a lo cual contribuyó, en gran parte, la paulatina modificación a sus reglamentos y a su uniforme, que acabó por aceptar el pantalón corto, tradicional del Escultismo Mundial.

 

A Don Chano - sobrenombre familiar del Profesor Santiago Herrera Castillo- tuvo el mérito de levantar la bandera de la causa escultista yucateca, ya caída en el olvido, entusiasmando a una generación de muchachos que hoy recuerdan gratamente aquellos viejo tiempos al lado de su enérgico jefe, de figura siempre erguida, luciendo con galanura su uniforme de Explorador de Yucatán.

 

Paralela a los postreros años del Cuerpo de Exploradores de Yucatán, surgió en Mérida la “Asociación de Scouts de México”, primer organismo escultista que obtuvo el reconocimiento oficial de la Oficina Internacional con sede, en aquel entonces, en Londres Inglaterra.

 

Hacia 1937, año de su establecimiento en Mérida, ya funcionaban con éxito numerosos grupos scouts en México, la capital, lo mismo que en Veracruz, Puebla, Torreón, Monterrey, etc... Gracias a estos años de experiencia, los fundadores del movimiento yucateco pudieron recibir del Consejo Nacional toda la asesoría técnica necesaria.

 

En ese año se logra formar el grupo uno y al año siguiente los grupos dos y tres, por supuesto bajo la reglamentación de la Asociación de Scouts de México.

 

Sin embargo poco a poco fue cayendo el ánimo y a los pocos años desaparecio el grupo uno, posteriormente el grupo dos, los cuales volvieron a surgir cuatro o cinco años después conformando hacia 1941 nuevamente tres grupos scouts en la ciudad de Mérida.

 

Mientras tanto el Cuerpo de Exploradores de Yucatán seguía su marcha bajo la dirección de don Chanito Herrera que a diferencia de los Asociación de Scouts de México en la ciudad de Mérida, su ánimo había ido en aumento.

 

Esto propició que los Scouts de México entablaran platicas con el Cuerpo de Exploradores de Yucatán lo que dio como resultado que se anexaran a la Asociación Nacional de Scouts en el año de 1942 otorgándole el número 4 como grupo que era el que seguía en la lista.

 

Sería ingrato no mencionar el gran esfuerzo que recibió la Asociación de Scouts en Mérida al incorporársele oficialmente el “Cuerpo de Exploradores de la Escuela Nueva Ariel” (Nuevo Grupo 4) en la noche del 23 de abril de 1942, en plena festividad de san Jorge, patrono universal del movimiento. A partir de entonces, la valiosa experiencia acumulada en la persona de su jefe, Prof. Santiago Herrera Castillo -  a quien fue reconocida su categoría, confiriéndosele el cargo de subcomisario de Provincia - fue de gran valor en el posterior desarrollo del escultismo yucateco.

 

En este año de 1942 es cuando comienza la historia del Grupo IV, ya como miembro oficial de la Asociación de Scouts de México, pero no debemos olvidar que el Grupo IV, antes llamado Cuerpo de Exploradores de Yucatán ya existía desde 1931 motivo por el cual podríamos afirmar que se le podría considerar como el primer grupo scout bien organizado, con reglamentos y estructura que le dio 11 años de vida antes de que que se incorporara a los Scouts de México y 6 años antes de que apareciera el primer grupo en la ciudad de Mérida.

 

El anterior artículo fue tomado de La historia del Escultismo en Yucatán, escrita por Juan Francisco Peón Ancona, considerado el “Cronista Scout de Yucatán”, apareció en el “Diario de Yucatán” en el mes de julio de 1975, con motivo de la actividad “Reunión en Mérida”.

Adaptado para Scout de Corazón por XamanEk

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enlaces Grupo IV, siguenos

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Monumento al Prof. Santiago Herrera Castillo

"Don Chanito"

Fundador del Grupo IV 

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